UNIÓN FISIO-CAFD
Actualmente, la práctica de deporte y ejercicio físico es un hábito social el cual ha mejorado los indicadores de salud de la población. Continuamente se demuestra que un estilo de vida activo es fundamental para ser saludables. Para la fisioterapia, el ejercicio activo y el movimiento son métodos cada vez más usados en las terapias, tanto el fisioterapeuta como el profesional CAFD (Ciencias de la Actividad Física y el Deporte) contribuyen al bienestar de los usuarios.
Desde la OMS (Organización Mundial de la Salud), en 2010, el documento de “Recomendaciones Mundiales sobre la Actividad física para la Salud” sostiene que la actividad física es la acción más importante que puede realizar el ser humano para mejorar la salud y minimizar los factores de riesgo. Además, las intervenciones en el campo del ejercicio físico han resultado ser de menor costo comparándose con tratamientos convencionales como los medicamentos o las cirugías.
La práctica de un deporte o una actividad adaptada a las posibilidades y necesidades de la persona tiene una estrecha relación con la rehabilitación física, siendo ambos un medio para lograr niveles óptimos de habilidades funcionales y de capacidades físicas. Tanto el ejercicio individualizado como la rehabilitación tienen objetivos de mejora física. Al igual que se entrena un gesto técnico para mejorar el rendimiento deportivo, se entrena una variedad de gestos anatómicos para mejorar el rendimiento funcional, evitar limitaciones físicas y eliminar el dolor. Por ejemplo, cuando fortalecemos el glúteo estamos previniendo el dolor lumbar, o cuando tonificamos los interescapulares estamos corrigiendo la curvatura de la espalda.
También, queda demostrado que el movimiento articular y el trabajo de fuerza han resultado útiles para la prevención y tratamiento de diversas lesiones y enfermedades, y en ambos abordajes, tanto el fisioterapeuta como el CAFD, son expertos.
Diversos artículos exponen que, para las lesiones medulares y otras afectaciones neurológicas, la práctica de deporte adaptado ha producido unas ganancias en la funcionalidad de los usuarios desde el punto de vista fisiológico y anatómico. En diversas poblaciones, la práctica deportiva es el principal método de tratamiento o mantenimiento de la salud física. Además, se habla de mejoras en las actitudes socioculturales, psicológicas y en la autoestima.
Por ejemplo, entre otras cosas, una preocupación actual general es la búsqueda de alternativas que demuestren con evidencia científica la mejora de las secuelas del COVID-19. La fisioterapia ha adoptado un papel importante en la recuperación, un papel muy similar al de un entrenador físico, y ha resaltado que las intervenciones con actividad física garantizan una mejora de los síntomas residuales del virus, empleando circuitos y tareas de ejercicio terapéutico y ejercicios respiratorios.
Cada vez más, el fisioterapeuta utiliza menos técnicas pasivas y emplea técnicas que se basan en el movimiento y en el esfuerzo controlado. Algunos ejemplos son el método Mulligan, estiramientos, McKenzie, fuerza excéntrica, propiocepción, pilates, etc. Son técnicas que podrían ser empleadas por ambos profesionales de la salud.
En conclusión, el objetivo y los métodos de intervención del profesional de CAFD y el fisioterapeuta, en muchas ocasiones, son comunes. Los profesionales deben tener una visión global de la salud, trabajando de forma conjunta con otros profesionales sanitarios, para así lograr un bienestar aportado por visiones de varios campos.
BIBLIOGRAFÍA
– Pinzón, I.D. (2018). Perfil profesional del fisioterapeuta en la actividad física, ejercicio físico y deporte. Revista colombiana de Rehabilitación. 17(2), 93-111.
– La Touche, R. (2020). Prescripción de ejercicio terapéutico en Fisioterapia. Las bases elementales de la identidad profesional. Journal of Move and Therapeutic Science. 2(1).
– González-Martín, P. (2021). Estudio de investigación en pacientes con secuelas de COVID-19. Unidad de Rehabilitación Cardíaca.
